Para eso cada año tiene un tema central de para unificar el camino formativo y que se articula con las materias curriculares.
A partir de ese tema se propone una experiencia a desarrollarse durante el año mediante jornadas, actividades y encuentros catequísticos, La característica de estas experiencias es la búsqueda de su continuidad año tras año, por ejemplo, la experiencia ecológica que son los temas del nivel inicial y del primer año del nivel primario, se integran a los temas de los años siguientes y siempre se vuelve para su integración completa. Trabajando transversalmente, trabajar la educación por el amor y la sexualidad, la inclusión y la no discriminación, bullying, etc.
Estas experiencias se contemplan, reflexionan y buscan consecuencia de compromiso concreto, las mismas tienen una dimensión de contacto e irradiación con la sociedad, la cultura, el barrio, la familia, etc.
Continuando el camino de la etapa inicial y primaria, en el ciclo secundario también se encuentra en la búsqueda del trabajo mediante temas unificadores anuales, articulables con la currícula escolar y ofrecer actividades diferenciadas de acuerdo a los intereses de los y las adolescentes.
Dichas experiencias ayudan a que partiendo de la realidad, aprendan a contemplarla, discernirla y luego buscar una apertura social, familiar, cultural, barrial. Además hay que mostrar la importancia del ser y hacer con otros, saliendo del individualismo, superando actitudes de discriminación y bullying.
Como en la primaria, los temas anuales se van tomo retomando como en un espiral ascendente, integrándolos a los nuevos.